martes, 5 de julio de 2011

A reunion in Toluca

By late Saturday afternoon, Sr. Calabaza was released from the “Carburetor Hospital” and almost sounded like a new little VW bug as he neared the house. Gone were the days of popping and sputtering as he made his way up the street. Plinio turned off the engine and parked Sr. Calabaza outside for a few moments so he could open the large garage door; he wanted to work on a couple final adjustments (electrical system) once inside the property. With the garage door open, Plinio stepped back into Sr. Calabaza and turned the key. Nothing happened. He tried again. Nothing happened. A third try…and nothing.  Plinio and Roberto then pushed Sr. Calabaza into the garage and the examination began. Were we going to need an ignition switch?  Would Cuernavaca keep us in her grasp for another few days?

Ya para la tarde del sábado, le habían dado de alta al Sr. Calabaza del “hospital de carburadores” y su motor rugía casi como un vochito nuevo al acercarse a la casa. Ya no se oían los sonidos bruscos o cacofonías raras mientras pasaba por la calle. Llegando a la casa, Plinió apagó el motor y estacionó el Sr. Calabaza afuera por solo unos minutos para que pudiera abrir el portón del garaje; quería hacerle unos ajustes finales (al sistema eléctrico) ya estando dentro de la propiedad. Con el portón del garaje abierto, Plinio subió nuevamente al Sr. Calabaza y le dio marcha y no pasó nada. Lo volvió a intentar. Nada. Una tercera vez…y…. nada. Plinio y Roberto terminaron empujando el Sr. Calabaza dentro del garaje y empezaron a examinar la situación. Necesitaríamos una marcha? O simplemente Cuernavaca no quería que saliéramos?


Luckily, at this point the problem was easily remedied as it was just a small wire that had somehow come loose. Problem solved. Plinio and Roberto began to work on the electrical system once more as the front right-hand turn signal was continuing to hold-up any plans of putting Sr. Calabaza back on the highway. They turned on the directional switch from the steering column, examined the left-hand signal; turned it on once more to examine the front-hand signal, then the back, as well as brakelights, and hazards. At one point, principally because they knew there was a short somewhere within the system, Plinio called to Roberto to be sure to turn off the signal once they had checked each light. Yet, the call came too late. The signal had been left on just a few moments too long and smoke was beginning to rise from the steering column. The directional switch was fried.  No replacement pieces would be available until Monday morning.  That evening, the rains came well after smoke from the steering column had dissipated.

Afortunadamente, en esta ocasión resolvieron el problema rápidamente dado que de alguna manera solo un alambre se había aflojado. Problema resuelto. Plinio y Roberto empezaron a trabajar con el sistema eléctrico ya que el faro derecho de plano no quería permitirle al Sr. Calabaza regresar al camino. Prendieron la palanca direccionales desde la columna del volante y examinaron el faro del lado izquierdo; otra vez para examinar el otro lado, luego los focos de los frenos y de emergencia. En algún momento, principalmente porque sabían que había un corto en algún lugar del sistema, Plinio le dijo a Roberto que se asegurara apagar la palanca en cuanto habían revisado cada foco. Sin embargo, esta advertencia llegó tarde y humo ya estaba saliendo de la columna del volante. Se había quemado la pieza da la palanca y no habría refacciones hasta el lunes. Esta tarde la lluvia empezó mucho después de que el humo de la columna se había disipado.

On Sunday, we had planned to take Sr. Calabaza to a birthday party in Toluca as we began to once again head North in our mission to reach the spot we call home where the Desert of Altar meets the Sea of Cortes. Though Sr. Calabaza had to regretfully decline the birthday invitation, Plinio and I headed out in Roberto and Lupita’s pick-up in order to meet up with the group in Toluca, many of whom Plinio had not seen in approximately 20 years. In a way it was to be a small reunion of childhood friends from the small town of El Oro, located in Mexico state.

El domingo, habíamos planeado llevar al Sr. Calabaza a una fiesta de cumpleaños en Toluca, y así empezar de nuevo nuestro viaje hacia el Norte en nuestra misión de llegar al punto que para nosotros es nuestro hogar donde el desierto de Altar se reúne con el Mar de Cortes. Aunque desafortunadamente el Sr. Calabaza no pudo asistir, Plinio y yo salimos en la camioneta de Roberto y la mamá de Plinio, Lupita, para reunirnos con el grupo en Toluca, muchas personas que Plinio no había visto en casi 20 años. De cierta manera, iba a ser una reunión de amigos de la juventud del pueblo de El Oro, México.

Throughout Mexico, along with many of the generally spacious toll highways there are narrower (generally only two lane) roads that are considered “la libre” – or the free road – that wind through small towns and over mountains rather than bypassing these as one would when taking the “cuota” – toll road. In some instances, it is just as convenient to take la libre as it would be la cuota, and generally more adventuresome and scenic. For example, earlier in our trip we had taken la libre from Tulum, Q. Roo to where it met up with the highway to Merida, Yucatan somewhere just beyond Chichen Itza. In exploring which route we would eventually take with Sr. Calabaza once he was fit to depart Cuernavaca, we decided to take la libre from Cuernavaca to Toluca rather than going the possibly longer route of heading north to Mexico City and then again west to Toluca.

Viajando por México, junto con las carreteras amplias de cuota también se encuentran los caminos angostos (normalmente de solo dos carriles), o sea los que se conocen como “la libre” que pasa por una serie de pueblos o por las montañas en vez de esquivarlos como haría una persona al manejar por las autopistas.  En algunos casos, es tan conveniente tomar la libre como la cuota, y generalmente con más aventura y mejor paisaje. Por ejemplo, antes en este viaje habíamos tomado la libre desde Tulum hasta cerca de Mérida, Yucatán, pasando el sitio arqueológico de Chichen Itza. Pensando que ruta tomaríamos con el Sr. Calabaza si algún día ya pudiéramos salir de Cuernavaca, decidimos tomar la libre desde Cuernavaca a Toluca en vez de ir por la ruta más larga hacía el Norte a la Cd. de México y luego al Oeste a Toluca.

From Cuernavaca, the libre heading toward Mexico City is a curvy and continuously steep trek. Once outside of Cuernavaca, we veered left off of the libre in the direction of Huitzilac and eventually the Lagunas of Zempoala. After the nearly vertical climb up to the small town of Huitzilac, we took part in a popular Sunday traditional among families, bikers, cyclists, and others who head out to explore many of the smaller high altitude towns on the drive between Mexico City and Cuernavaca – we had to stop for “quekas” (kay-kas) or rather breakfast complete with an assortment of fillings for quesadillas in handmade blue corn tortillas, mushroom (or fungi) soup, barbacoa (goat) tacos, and the extremely delicious café de la olla (coffee from an earthen stoneware pot). Café de la olla is not simply coffee, but is prepared with a type of sugar cone (piloncillo) that injects a hint of sugar and cinnamon into the rich grounds.


De Cuernavaca, la libre que va a la Cd. de México es un camino sinuoso y empinado. Ya estando fuera de Cuernavaca, salimos de la libre hacía la izquierda en dirección a Huitzilac y eventualmente a las Lagunas de Zempoala.  Después de subir un camino casi vertical (o sea sumamente inclinado) al pueblito de Huitzilac, le entramos con gusto a una de las tradiciones domingueras que disfrutan familias, motociclistas, ciclistas, y otros que andan explorando los pueblos en las alturas por el camino entre la Cd. de México y Cuernavaca – nos paramos a las “quekas” – o sea a desayunar en un puesto que ofrecía una variedad de rellenos para sus quesadillas preparadas en tortillas azules hechas a mano, sopa de hongos, tacos de barbacoa, y el delicioso sabor del café de olla. El café de olla no es simplemente café, sino lo preparan con piloncillo que le da un toque de azúcar y canela.

Following our quekas, we maneuvered our way through the curves leading beyond the Lagunas of Zempoala and into Mexico state. Other than a couple signs of evidence there had been ground movement on the mountainside from the recent rains (i.e. small toppled trees), the road was excellent to this point. However, once off the mountainside, beginning from Santa Martha, the intensity and variety of pot holes we came across nearly warrant their own chapter within this blog. We continued on. Eventually, the Swiss-cheese pocketed road met up with the highway racing toward the east side of Toluca from Mexico City around the area known as La Marquesa.

La Marquesa is an area rich with deep valleys and is a popular weekend spot for “city” people (from Mexico City or Toluca) to go to the “country.”  Signs across the valley invite people to race go-carts, go horseback riding, hike the trails, or play “gotcha” (paintball). Additional signs on bright fluorescent posters tempt people to sit down for traditional high-mountain quekas with the specialties being rabbit, trout, quesadillas, cecina, mushroom (fungi) soup, and Sunday barbacoa.

Terminando nuestras quekas, regresamos a manejar por el camino sinuoso, pasando las Lagunas de Zempoala y entrando al Estado de México.  Aparte de unas evidencias de unos derrumbes pequeños por las últimas lluvias (o sea un par de arbolitos caídos), en general el camino era súper hasta este punto. Pero, en cuanto salimos de la montaña, y empezando alrededor de Santa Martha, la intensidad y variedad de los baches que encontramos casi merecen su propio capitulo en este blog, pero aun así – continuamos. Eventualmente, el camino parecido a queso suizo llego al punto del entronque con la carretera que iba hacía Toluca desde la Cd. de México, en el lugar conocido como La Marquesa.  La Marquesa es un área con diferentes valles y un destino popular para la gente de “ciudad” (o sea de México o Toluca) que buscan salirse al “campo.”  Había letreros en diferentes partes del valle, invitándole a la gente pasar a manejar carritos tipo “go-cart”, paseos en caballo, subir los senderos, o jugar “gotcha”. Otros letreros pintados en hojas fluorescentes de papel anunciaban las quekas tradicionales con sus especialidades como conejo, trucha, quesadillas, cecina, sopa de hongos, y la barbacoa tradicional de los domingos.



Rafael, Armando, Plinio y Alejandro
 We made our way down through La Marquesa and into the sprawling urban area of Toluca, one of Mexico’s primary manufacturing centers located approximately an hour outside of Mexico City. There, 20 years suddenly disappeared as Plinio sat with friends and recalled stories and memories from their time together in El Oro. One of his friends, Alejandro, who now works at a dental practice along with his wife, shared with us one of his other ventures – alcoholic drinks based on traditional recipes from one of the cantinas whose past was tied to the thriving gold mining history of El Oro. Alejandro now makes and distributes a variety of drinks based on these traditional recipes, including Chiva de Jacobita (a mixture of anis and a spice known as “phenomenal”) and Chorreados (cinnamon liquor with rum) (samples of which we gladly took home).  Before leaving, we wished the birthday boy – Armando – many, many more birthdays to come.

Plinio, Rafael, Alejandro y Liliana, Armando, Veronica
Bajamos de La Marquesa hacía la enorme área urbana de la ciudad de Toluca, uno de los centros principales de la industria en México ubicada aproximadamente a una hora de la Cd. de México.  Allí, de repente desaparecieron 20 años en cuanto Plinio se sentó junto con sus amigos a recontar las historias y memorias de su juventud en El Oro.  Uno de los amigos, Alejandro, quien ahora trabaja en un centro dental junto con su esposa, nos compartió otro proyecto suyo – bebidas alcohólicas basadas en recetas tradicionales de una de las cantinas cuyo pasado fue vinculado con la historia minera de El Oro. Ahora Alejandro hace y distribuye una variedad de bebidas basadas en estas recetas tradicionales, incluyendo Chiva de Jacobita (anís con la especie “la prodigiosa”) y Chorreados (licor de canela con ron) (ejemplos de los cuales con gusto llevamos a la casa).

Antes de irnos, le extendimos al cumpleañero, Armando, nuestros deseos que pasara muchos y muchos cumpleaños más.

En el camino a casa, decidimos irnos nuevamente por la libre pero por otro camino que también daba a las Lagunas de Zempoala, y así optamos por no tomar la cuota hacia México. Pero, resulta que el camino a Santiago Tianguistenco tenía casi la misma cantidad de baches como el anterior de la mañana. Pero, en cuanto llegamos a Santa Martha y empezamos a subir la montaña, el camino se compuso y fuimos hacía casa en medio de la neblina que ya envolvía los pinos que delineaban la carretera.  Aunque no pudimos avanzar con el Sr. Calabaza este día, pudimos examinar el camino hacia Toluca y así ser parte de otra celebración!

On the ride home, we decided to take another road option toward the mountain pass leading to the Lagunas of Zempoala though still chose not to take the toll road through Mexico City. However, works out the road through Santiago Tianguistenco was nearly as pot hole riddled as our morning ride. Yet, once we made it to Santa Martha and began climbing up the hill, the roads evened out and we made our way home through the night fog enveloping the pine trees ahead. Though we did not advance with Sr. Calabaza that day, we had scoped out the road to Toluca and been part of yet another celebration!


3 comentarios:

  1. Oye Samy falta la foto donde sales tú eh? no te excluyas. Sugerencia de corrección: No es especie, es hierba medicinal llamada "Prodigiosa". Disfrútenla pero de a poquito eh?

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  2. Me encanta la redacción, la disfruto....pongan la web de los licores, tendrán distribución a toda la república?
    Tienen la capacidad de hacer agradable los eventos traumáticos, como el humo por el volante, jajajaja, ojala pasaran las caras y los dichos de esos momentos.

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  3. Alejandro...efectivamente necesitamos publicar mas fotos! Tambien, ya te hiciste fan del "Safari Project: Sr. Calabaza" en Facebook? Vamos a poner mas fotos alli. Gracias nuevamente por los ricos licores!

    @ Anonimo, si la direccion es: www.chivadejacobita.com

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