Taquitos de chicharra yucateca y lomitos en el puesto del Varon! |
Una de las cosas más maravillas de poder quedarnos con amigos y familia mientras viajamos es poder saber cuales son los mejores puestos de tacos, así como de las aguas frescas, y aún el poder estar presente en momentos totalmente inesperados. El viernes, 27 de mayo, después de haber pasado por las tacos y tortas del “Varon” en el centro de Akumal, seguimos con un paso por el pueblito a otro restaurante que servía tacos de barbacoa y quesadillas, Taco Maya. Al regresar a la casa nos llegó la noticia que habían nacidas las gemalitas de la hermana de Pablo, quienes esperamos conocer al llegar a Cuernavaca. Felicidades!
The festivities of the day were just beginning. If we back up a moment, when Plinio and I first met Pablo at the airport in Cancun, he happily shared with us we were to be participants and witnesses at a Mayan wedding ceremony for he and his girlfriend, Zyanya. While the civil ceremony will take place later this summer, they had decided to have a beach ceremony led by a spiritual guide from Tulum, and we were to be active observers.
A penas estaban por empezar las festividades. Permítenme regresar un poco, cuando primero llegamos al aeropuerto en Cancún, Pabló muy emocionado nos dijo que ibamos a ser participantes y testigos de una ceremonia de boda estilo Maya para él y su novia, Zyanya. Aunque la boda civil será posteriormente en verano, habían decidido llevar a cabo una ceremonia en la playa por medio de una guía spiritual de Tulum, y nosotros ibamos a ser observadores activos.
In the late afternoon, a total of 9 of us (including bride and groom, along with the ceremony leader) found ourselves on a secluded hidden beach located between Akumal and Tulum. There, after Maria (the spiritual guide) prepared a circle on the beach with flowers, incense, and a candle in the middle, I took my place on the spot representing the North. Two other friends of the couple stood post on the East and West edges.
Ya llegando la tarde, eramos un total de 9 personas (incluyendo a los novios y a la guía espiritual) quienes nos encontrábamos en la total privacidad de una playa escondida y paradisiaca ubicada entre Akumal y Tulum. Allí, después de que María (encargada de la ceremonia) había preparado el círculo en la playa con flores, incienso, y una vela al centro, tomé mi lugar en el punto representando al Norte. Dos amigos más de los novios se pusieron en los puntos del Este y Oeste.
Maria informed us we were to produce music for the ceremony, and distributed a pair of maracas, a hand-held drum, some type of shaker instrument made out of dried seeds, and a large conch shell. The first lesson was to see who could play the conch. Maria passed it to the first prospect and demonstrated just how to puff one’s cheeks in the right manner while pursing your lips as if playing a trumpet. Unfortunately, prospect number one was unable to produce a sound through the conch so Maria moved on to the next possible musician. I awaited on the Northern side of the circle and hoped Chacs over in the East would be successful, yet to no avail. So, Maria moved on to me. Miraculously, when I pursed my lips on the edge of the conch and blew I was greeted with an abrupt frog croaking bleeet. Though this was not the highly sought after sound, it was a noise. After further instruction, I had managed to move from a frog carol to the melodious (more or less) call of the conch. The bride and groom made their way to the circle drawn in the sand.
María nos informó a los tres que ibamos a ser los músicos de la ceremonia, y distribuyo unas maracas, un tambor de mano, y algún tipo de instrumento hecho con nueces secas, y un caracol. La primera lección fue para ver quien podía tocar el caracol. María le pasó el caracol al primer amigo y demostró como debía inflar los cachetes y poner los labios en la forma correcta para tocarlo. Desafortunadamente, este primer amigo no pudo sacarle sonido del caracol (a pesar de su buena fama, Eddie no más no sopló), entonces María le pasó el instrumento al segundo aspirante músico. Mientras, yo esperaba en el lado Norte del círculo y quería que el amigo Chacs allí en el Este tendría éxito con el caracol, pero tampoco. Entonces, María y el caracol me llegaron a mí. Milagrosamente, al formar los labios en la manera “correcta” en el caracol, soplé y de repente se oyo un sonido muy similar a lo de una rana aplastada – bleeet. Aunque no era el sonido buscado, por lo menos fue algo. Después de más instrucción, ya pude sacar un sonido no tanto como lo de una rana sino el canto melodioso (más o menos) del caracol. Y así llegaron los novios a la ceremonia dentro del círculo trazado en la arena.
There in the middle of the circle Maria had carved four lines into the sand, each pointing to one of the four directions and each with flowers: red (East), white (North), purple (West – though she says this represents the color black), and yellow (West). María commenced to give 7 blessings, one to the sky, to the earth, to the four directions, and finally the heart. Though I thought my conch playing moments were over, María looked up after each prayer and called on us musicians play. (Luckily, at one point Plinio arrived to play the conch – which was very helpful since he used to play trumpet!)
Allí en medio del círculo, María había trazado cuatro líneas en la arena, cada uno apuntándose a una de las cuatro direcciones y cada una con flores: rojo (Este), blanco (Norte), morado (Oeste – aunque me comentó que este debe representar el color negro), y Amarillo (Oeste). María empezó con 7 oraciones, una al cielo, a la tierra, a las cuatro direcciones, y por fin al corazón. Aúnque pensé que ya había pasado mi carrera con el caracol, María nos veía después de cada oración pidiendo a los músicos que tocaramos. (Afortunadamente, en algún momento Plinio llegó a tocar el caracol – lo cual nos ayudó mucho dado que él antes tocaba la corneta [sin albur]).
La ceremonía tambíen incluía un momento en que los novios se hicieron su compromiso, uno al otro, y por supuesto el beso. Cada uno de nosotros entramos al círculo a darles nuestros mejores deseos y bendiciones, y al final todos celebrabamos con un poco de champagne. Al salirnos de la playa escondida, nos reunimos nuevamente en el restaurante Zahara en la playa en las afueras de Tulum para seguir celebrando con los novios. Que día tan maravilloso!
No hay comentarios:
Publicar un comentario