Throughout the Yucatan peninsula there are over 2000 cenotes, which are sink-holes leading to underground fresh water rivers. They are amazing places to explore, drawing people to swim or walk through parts of the expansive caverns, or galleries, or to dive into the vast mystery of the crystal clear water. Various tour companies, or adventure spots such as Aktunchen, offer guided trips through the galleries and tunnels of these wonders, while other cenotes are located on private land. Sr. Calabaza took us to one such extraordinary spot.
En la peninsula del Yucatán hay más de 2000 cenotes, que son básicamente hoyos en la tierra que abren unas puertas a los famosos ríos subterraneos de la región. Son lugares absolutamente increíbles para explorer, atrayendo gente que quieren nadar o caminar por sus cavernas, o galerías, o bucear en el misterio de sus aguas cristalinas. Varias compañíes de viajes, así como puntos de aventura anunciados en la carretera como Aktunchen, ofrecen viajes guiados por las galerías y tuneles de estas maravillas, mientras otros cenotes se encuentran en propiedad privada. Sr. Calabaza nos llevó a un lugar así.
We climbed into Sr. Calabaza and made our way to the town of Akumal, following a sandy road at the end of the “urban zone” into the brush. Pablo, who stated to be taking his farewell drive with Sr. Calabaza, commented along the way that though he had gone to different mechanics who could not find anything wrong, he sensed he could smell when the engine was getting too hot. I looked around and saw what I thought was a bit of smoke, until we realized Sr. Calabaza was kicking up sand as we progressed down the bumpy road.
Subimos al Sr. Calabaza y nos dirijimos nuevamente al pueblo de Akumal, siguiendo un camino de éterracería al final de la “zona urbana” y hacía la selva. Pablo, quien nos dijo que se estaba despidiéndose del Sr. Calabaza, nos comentó que aunque había ido a varios mecánicos y no podían encontrar algo fuera de lugar, el sentía que el motor de Calabaza olía a humo cuando se calentaba. En esto, mire lo que aparecía humo en el coche pero resulta que nada mas era todo el polvo que se estaba levantando el Sr. Calabaza mientras avanzábamos.
We eventually made our way to Rancho Santa Cruz where we were greeted by the caretaker’s children; we proceeded through a palapa filled with hard hats and life jackets. Pablo pulled out hard hats and “water booties” for each of us and asked if anyone needed to visit the ecologic dry bathroom before heading to the cenote. Thus, my introduction to the art of carefully aiming to ensure all liquids and solids remain separated. Men sure have it a lot easier at times.
Eventualmente llegamos al Rancho Santa Cruz donde encontramos a los niños del cuidador del lugar; seguimos a pie hacía una palapa llena de cascos y salvavidas. Pablo sacó varios cascos y “zapatitos para el agua” para cada uno de nosotros y nos preguntó si alguien necesitaba visitar el baño seco ecológico antes de proceder hacía el cenote. Así fue mi presentación al arte de apuntar cuidadosamente para asegurar que los líquidos y sólidos se queden separados. Ay, que suerte tienen los hombres a veces.
Pablo and Zyanya then led us to a spot overlooking the cenote and made offerings of a pineapple, cantaloupe and a bottle of uncorked wine to the sink-hole, tossing them into the cool clear water below. We would later find out this type of offering is a useful way to keep the wine chilled and the fruit cool as we worked our own way to a platform set in the waters of the cenote below. With flashlights in hand and donning hard-hats, we made our way along a path to the entrance of a cave and into a tunnel. Eventually, after we turned a corner and the last of the outside light could be seen, we came across a kayak and a ladder leading down into absolutely clear water at a temperature that is best to just jump into rather than endure the torment of cold creeping up through your skin.
melón, y una botella de vino, arrojandolos hacía el cenotes. Más tarde duscubrimos que esta forma de ofrenda es una manera útil de mantener el vino a un buena temperatura y la fruta fresca mientras hicimos el trabajo de llegar a una plataforma de descanso dentro del cenote. Con lámparas en las manos y llevando nuestros cascos, seguimos un sendero hasta la entrada de una cueva y entramos a un túnel. Eventualmente, despúes de haber dado vuelta en una esquina y las últimas reflecciones de la luz de afuera desaparecieron, llegamos a un punto donde había un kayak y una escalera que te llevaba al agua clarísima de una temperatura que digamos es mejor meterse de sopetón que tener que sufrir la tormenta del frío subiendo poco por poco por tu piel.
Once in the water, which reached up to about our waists, Pablo led us through wondrous caverns (though I prefer the term galleries) adorned with stalactites and at times roots stretching fingers from above down toward the water. We wound our way through the dark, with flashlights illuminating the way, and were utterly astounded by the clarity and rich turquoise colors revealed as we stepped toward the opening of the cenote. There, nearby, floated the pineapple and cantaloupe, while Pablo dove down to retrieve the bottle of wine. We had reached paradise.
Estando en el agua, que llegaba hasta nuestras cinturas y a veces nos cubría, Pablo nos guió por las galerías maravillosas adornadas con estalactites y a veces con los raíces de plantas cuyos dedos se estiraban desde la superficie hacía el agua. Caminamos, y medio nadamos, por la oscuridad, con las lámparas iluminando el camino, y nos quedamos totalmente sorprendidos por la claridad y colores de tono aqua que se nos revelaban al seguir hacía el cenote. Allí, cerca, flotaban la pína y el melón, y Pablo nadó para recuperar la botella de vino. Habíamos llegado al paraíso.
After we emerged from the cenote, back at the palapa we sliced the pineapple and cantaloupe open and rested briefly from our adventure. Another visit to the dry bathroom and we were ready to pile back into Sr. Calabaza. Somewhere along the ride back, as we were jostled from side to side, Sr. Calabaza dropped the rear-view mirror, which was easily retrieved (another item for the list). Once back at home, our invigorated spirits though exhausted bodies looked forward to a siesta. Sr. Calabaza had a rough trip back and nearly lost an eye (also easily fit back into place).
Al salirnos del cenote, ya de regreso a la palapa, abrimos la piña y melón y descansamos por un momento después de nuestra aventura. Otra visita al baño seco y ya estabamos listos de subirnos nuevamente al Sr. Calabaza. En algúna parte del camino de regreso, mientras brincábamos por los baches, Sr. Calabaza perdió el espejo retrovisor, lo cual facilmente recuperamos (otro artículo para la lista). Ya llegando a la casa, con el espíritu renovado pero cuerpos cansados anhelamos una siesta. Al Sr. Calabaza no le fue muy bien el regreso y casí pierde un ojo (pero tambíen, facilmente lo regresamos a su lugar).
Los cenotes son experiencias extraordinarias, lo viví a través de su relato y con respecto al Sr. Calabaza es una aventura onírica impresionante no trágica pero si surrealista, me lo imagino cayéndose a pedazos sostenido por la ilusión de seguir cruzando esos caminos de impresionante belleza y ustedes como enanos disfrutando al máximo, viva méxico!!!!!
ResponderEliminargracias, estrellita, por tu comentario! Nos da gusto compartir nuestras experiencias en este viaje...:)
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