Having made the decision to get Sr. Calabaza ready for a trip to Merida, so that Dashayaro the mechanic could have a go at him, the hunt for parts and other various odds and ends spilled over into Tulum. We had actually gone to Tulum (about 15-20 mins. away) to pay any pending car registration fees and have the license plates canceled, with the intent of getting a permit that would allow us to travel with Sr. Calabaza. We had selected Tulum as it is the closest town to Akumal with State government offices where such paperwork can be done, or so we thought. There we were told we would actually need to go to Cancun (approximately 100 kms. back up the coast). As we could not make it to Cancun by 3 p.m., when government offices close, we visited a few small hardware shops and planned our strategy for the next day. All the while, Sr. Calabaza is doing his best – with Plinio’s assistance - to get prepared for the upcoming move to Merida.
Ya que habíamos tomado la decisión de preparar al Sr. Calabaza para su viaje a Mérida, para que Dashayaro, el mecánico, pudiera revisarlo, la casaría para refacciones y otros elementos siguio, llevándonos a Tulum de nuevo. De hecho, habíamos ido a Tulum (a unos 15-20 minutos de distancia) para pagar las tenencias pendientes y dar de baja las placas, quierendo sacar un permiso temporal que nos permitiera viajar con Sr. Calabaza mientras. Habíamos elegido ir a Tulum dado que es el pueblo más cercano a Akumal con oficinas del gobierno donde pudieramos realizar los trámites, o por lo menos así pensábamos. Estando allí nos informaron que tendríamos que ir a Cancun (a unos 100 kms. subiendo por la costa). Ya que no ibamos a poder llegar a Cancun antes de las 3 p.m. (cuando cierren las oficinas gubernamentales), pasamos por otras refaccionarias y ferreterias y planeamos nuestra estrategía para el otro día. Durante todo esto, el Sr. Calabaza se está preparando – con un poco de ayuda por parte de Plinio – para el próximo viaje a Mérida.
The next day, after numerous phone calls and internet research to see if our paperwork goals could be done in Playa del Carmen (about 30 mins. away), we eventually found ourselves once again in Pablo’s pick-up and on our way to Cancun to search for the appropriate State government office. We packed a bag just in case we had to spend the night (for example, if we got there after 3 p.m. and had to wait until the next day), and managed to find the office. After waiting for our number to be called (think about a trip to the DMV), the very friendly DMV employee (actually, he was very friendly) swiftly completed the paperwork and asked us, “Why didn’t you do this in Tulum or Playa? They could have done this there.” Of course. One last stop by AutoZone for additional items and we finally bought a 2011 Mexican highway map.
El próximo día, después de haber realizado varias llamadas e investigación por internet para ver si pudiéramos realizar los trámites necesarios en Playa del Carmen (a unos 30 minutos de distancia), de nuevo nos encontramos en el pick-up de Pablo en el camino a Cancun para buscar la oficina estatal apropriada. Habíamos preparado una maleta por si acaso tuvieramos que pasar la noche (o sea, en caso de llegar después de las 3 p.m. y tener que esperar hasta el otro día), pero encontramos la oficina a tiempo. Esperamos nuestro turno y la persona que nos atendío (quien realmente fue muy amable) hizo los trámites correspondientes y nos preguntó “Por qúe no hicieron esto en Tulum o en Playa? Lo podían hacer allí.” Ah si, por supuesto. Una última parada al AutoZone para unos artículos más y por fin compramos un mapa de las carreteras de México 2011.
With our permit in hand, we made our way back to Akumal and Plinio set out on a mission to get Sr. Calabaza’s lights in order by morning. In my role as “Calabaza nurse” I did my best to keep a flashlight on the intricate operation as the Doctor made requests for different tools we had picked up along the way. Next goal – tires.
Ya con el permiso en la mano, regresamos a Akumal donde Plinio se pusó a arreglar los faros nuevos y las calaveraas del Sr. Calabaza, con el objetivo que se quedarán listas para la mañana. En mi papel de “enfermera de Calabaza” hice mi mejor esfuerzo en sostener una lámpara para iluminar la operación minuciosa mientras el Doctor me pedía elementos entre las diferentes herramientas que habíamos juntado hasta el momento. Próximo reto – llantas.
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